Arequipa y el convento de Santa Catalina

Arequipa está a las faldas de tres volcanes, este que se ve es el Misti, es una zona sísmica muy activa y en él se encontró la "momia" de Juanita, pongo momia entre comillas pero no es una momia al estilo egipcio; es el cuerpo de una joven sacrificada seguramente para aplacar a los dioses del volcán. El museo es muy interesante y te ofrece imágenes muy esclarecedoras de como vivían los antiguos incas.

Arequipa está a 2350 metros de altura y suele ser una parada previa antes de seguir a lugares de mayor altitud para acostumbrarse a la altura, el aeropuerto es pequeñito y desde Lima se tarda poco más de una hora.

En la ciudad de Aeroquipa es la ciudad más española del Perú dicen, se cuenta que no se oye ni el aimara ni el quechua en sus paredes y la influencia hispana es muy clara, pero tan clara como en Lima o Cuzco, como buena ciudad colonial el convento de Santa Catalina es una pequeña ciudad dentro de la ciudad, donde las monjas hacían vida, oraban y elaboraban dulces, actualmente se puede visitar casi todo salvo la parte que mantiene a las monjas de clausura y que es una visita obligada de la ciudad de Arequipa. El convento se puede visitar libremente pero recomiendo seguir la pequeña guía que te entregan con la entrada.

Fundado en 1580 por María de Guzmán acogió a las hijas de muchas familias de alta alcurnia como ha sido corriente en muchos siglos de nuestra España -alucino con la chorrada que dice al respecto la guía de Lonely Planet- y todo eso fue fruto de no partir los malditos patrimonios familiares y para la mente "preclara" de la que hizo esta parte de guía, durante muchos años en España y por ende en zonas de influencia el primer hijo heredaba todo, el segundo se marchaba al ejército y el tercero a la iglesia, las hijas la primera siempre era la casadera y la segunda terminaba vistiendo hábitos. Resulta curioso que hable de que diga la gente de Lonely Planet que las hijas de la alta aristocracia española mandara a sus hijas a este convento y dice que sobre 1870 una monja muy estricta las expulsó, ¿1870, España, Perú? que raro, si en 1821 se declaró la independencia, conclusión, que no serían hijas de españoles, serían hijas de la alta clase peruana.

El torno, pero en este caso es para pasar los dulces que cocinaban las monjas en el convento, todas las celdas principales disponían de su propio horno.

El colorido es impresionante, por instantes pareces llevado como por arte de magia a Andalucía, los colores principales son el blanco, el azul y el rojo; las calles están pintadas en rojo y el interior de las celdas y algunos patios de este azul tan impresionante.

Cuando te pierdes entre las celdas muchas verás escaleras que no llevan a ninguna parte lo que nos indica que en algún momento hubo más plantas y que por culpa de los movimientos sísmicos no se volvieron a reconstruir una vez se habían derrumbado.

¿No os recuerda un poco a los patios de Córdoba?

Esta es el interior de una celda, esta es una de las mejores dotadas no obstante las novicias dormían todas juntas en un dormitorio para ellas, cada una de estas celdas tiene el nombre de la monja que la moró, no disponen de grandes lujos pero tienen un aire acogedor que a mi me gustaba. 

Todas las calles tienen nombre de ciudades españolas, Sevilla, Córdoba, Burgos, Toledo, etc.

¿Qué os decía de los patios de Córdoba? Las celdas estaban llenas de geranios que habían explotado en todo su esplendor.

Otra de las celdas que por el tamaño seguro que sería de la madre superiora. Los suelos con alfombras son acogedores, la luz, mirar el espesor de los muros.

Las calles son una delicia para la vista, se respira una tranquilidad impresionante y creo que hasta puedes imaginar como pasaban las monjas y novicias por entre sus calles, oler la pasta dulce de sus postres, no parece haber pasado tiempo, en 1871 se realizó una reforma al complejo que no afectó en lo esencial.

En la visita y esto lo he descubierto después, se visita la celda de una monja santa que parece ser que tenía la capacidad de predecir el futuro con mucho acierto y hablo de 1686 y de ser muy milagrera, pues eso, para el que tenga fe. 

Interior de una de las celdas y que yo recuerde la única que tenía decorado su interior, cuentan que la vida licenciosa de las monjas hizo que el papa Pio IX mandase a Josefa Cadena a poner orden y expulsar a criados y asistentes de las internas e incluso expulsar a muchas de ellas.

Plaza de Zocodover, mi querida escritora de la guía, la plaza de Zocodover es la plaza más importante de la ciudad de Toledo, vale que es una palabra árabe pero no hay que ser un lince para darse cuenta de que si las calles tienen nombre de ciudades españolas si la plaza se llama así tendrá cierto vinculo con eso mismo y no porque en árabe signifique trueque, Toledo siempre ha sido la ciudad imperial por antonomasia en España.

Salida de las chimeneas de los diferentes hornos de las distintas celdas.

Detalle de un horno, como apuntaba cada celda disponía del suyo propio. No obstante existe una cocina general que también se puede visitar.

Estas son la pilas de la lavandería, cada medio tonel de barro recibía el agua del caño principal, esta zona está muy próxima del cementerio al que no se puede acceder, hay un jardín muy próximo en el que como en todo el convento se respira una tranquilidad pasmosa, hasta el agua parce caer en paz.

Como detalle final, este es el confesionario, si os fijáis al ser de clausura el convento las monjas se arrodillaban en esos escalones y se confesaban, "padre yo me confieso", ¿qué pecados podrían cometer estas mujeres? con la cantidad de golfos que campean por el mundo me temo que poca cosa.

Hay una colección de pintura pero la luz era baja y el no usar el flash no me permitió sacar fotos en condiciones y bien que lo lamento.

La altura de las puertas y otras dimensiones nos dicen a las claras la estatura de estas internas o el mismo tamaño de las camas.

Este convento abre algunas noches y me estoy imaginado lo mágico que debe ser visitar este lugar a la luz de las velas, obligatorio, ahh, hay una pequeña cafetería en la que se puede tomar un descanso.