jueves, 6 de diciembre de 2012

Cuzco

Paraíso para los sentidos, destino recomendable se mire por donde se mire y que os animo a conocer; Perú no solo es el Machupichu, visita obligada y que recomiendo que se haga por el camino Inca con una buena dosis de repelente de mosquitos que debéis comprar allí pues los que no son de allí se lo toman con Coca-Cola los mismos bichejos alados. Empiezo con algunas imágenes de Cuzco para abrir boca.
Este año me he llevado la guía de Lonely Planet y de todas las que tengo de esta editorial creo que es la peor de todas las que han editado sin temor a equivocarme.


Las calles empedradas recordarán mucho a las calles de muchos pueblos extremeños o castellanos, no en vano sobre la capital Inca Pizarro montó la capital sobre la que proseguir la conquista del Tahuantinsuyo y sus riquezas. A pesar de estar a 3300 metros de altura no sufriréis mal de altura.


Las plazas de los pueblos fundados o refundados por los españoles tienen la misma estructura de damero, damero de Pizarro lo denominan, a un lado la catedral, a otro el ayuntamiento o poder civil y al otro el del rey, para los amantes de la historia iros preparados a oír de todo, si eres respetuoso te mantendrás mudo y procurarás traerte algún libro de historia para aprender y traerte otra forma de ver la llegada de los españoles a esas tierras -cosa que hice-, pero también tendréis oportunidad de escuchar verdaderas sandeces y como se les llena la boca a ciertos guías con la palabra "conquistador" como si los males del Perú fueran desde entonces y se olvidan que los Incas no fueron hermanitas de la caridad con otros pueblos vecinos, por mucho que luego asumieran como propias sus costumbres.
Otro detalle que suelen ignorar es que había dos factores por los que los recién llegado fueran tan voraces, en Europa se vivían las guerras de religión consecuencia del cisma de Lutero y la contrarreforma del concilio de Trento y el muy rey católico rey de España se alzó como el defensor de la fe verdadera pero a costa de las vidas de los súbditos y la sangre de los habitantes de lo que era la corona de Castilla y por otro lado, el fin de la reconquista produjo un motón de hombres de armas sin medios que la única posibilidad de éxito era el camino de la espada, por ese detalle parece que se le ha pasado por alto a la historiadora peruana Rostworowski y de la que me he traído un libro muy interesante.
 

Uno de los mayores defectos que podemos cometer es suponer que los pueblos andinos eran atrasados, pues nada de eso, sus capacidades constructivas eran muy adelantadas y sus calendarios nos darían clases de cuando y como hay que preparar las cosechas, un ejemplo es la piedra de los doce puntos, estas piedras no están sujetas por argamasa, mortero o cemento y son la base de lo que fue el palacio del Inca Roca hoy palacio del Arzobispo. Si vais temprano podréis sacar la foto sin el jaleo de turistas o cazadores de soles.
Sus obras hidráulicas y el trato agrícola de los campos demuestran un meticuloso estudio, las terrazas y el combinar pequeñas explotaciones para evitar que las plagas acabaran con toda la explotación lo demuestran.


Piedra de sacrificios del Qorikancha, está en la base de la iglesia de Santo Domingo, es impresionante. Los Incas también practicaban sacrificios humanos pero no de la forma de los aztecas, cosas que te recalcan constantemente los guías turísticas -ver el museo de Juanita en Arequipa, imprescindible-, los desequilibrios naturales llamemosles "El niño", volcanes, etc tenían mucho que ver y al efecto seleccionaban a los hijos de la élite para ser sacrificados guardándoles como oro en paño hasta el día del sacrificio, estos niños eran los más bellos y siempre vírgenes se educaban para ese día pues llegado el momento irían a vivir con sus dioses.



Otro detalle del Qorikancha y sus simetrías, nótese que la forma de las ventanas al igual que las puertas son sísmicamente resistentes, más ancha la base que la parte alta, pues eso, de todos y atrasados nada de nada a pesar de desconocer el uso de la rueda o el trabajo del acero. Algunas salas fueron pintadas con motivos religiosos de la orden dominica, al irse cayendo se vieron en la tesitura de quitarlos y dejaron la incas paredes originales.


La catedral de Cuzco, esto es una cosa que quiero comentaros a ser posible con tranquilidad, la voracidad de la iglesia es bestial, pasar a ver un tempo cuesta dinero salvo que vayas al servicio religioso, algo que en España está pasando también ahora no así en Roma, te cobran por entrar y debe ir un guía al que debes pagar una "propina", en fin, demencial; la catedral es una delicia de arte colonial y un ejemplo del mejor barroco de América, llena de cuadros de la escuela cuzqueña altamente recomendables tiene incluso un cuadro de la Virgen de la Almudena en la que sale el rey Carlos II que no imagináis que "guapo" le ponen con lo feo que era el "jodío". Guarda los restos del Inca Garcilaso de la Vega, no confundir con nuestro poeta, escribió una crónicas de obligada lectura en Perú que son un buen ejemplo de los primeros años de la colonia -con las oportunas salvedades claro-.


La bandera no es la del orgullo gay, NO, es la bandera del Tahuantinsuyo y no cometáis del error de decir que os lo parece, si lo pensáis lo mejor es callarse. Yo la he sacado por el juego que me daba con la espadaña de una iglesia desde la plaza de armas.
Esos tejados de tejas, mmm, me era todo tan deliciosamente familiar.



Manco Papac, el inca más poderoso o el que más extendió el imperio Inca, en resumen Cuzco es una ciudad que merece una semana entera para pasear por sus calles, sus mercados, sus múltiples museos, la gente es muy acogedora y cálida, para los que vamos desde el otro lado del charco y somos muy descreídos de crucifijos nos sorprenderá como consiguieron fusionar las creencias propias de los habitantes de los Andes y la religión católica pero si lo piensas fríamente no es nada que no hicieron 1900 años antes con credos parecidos o si no ver las similitudes del culto de Mitra o como manipularon las fechas para que sus liturgias coincidieran con fechas del calendario religioso romano.

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